A mediados del mes febrero (normalmente el tercer viernes del mes) se celebra en la ciudad Las bodas de Isabel de Segura, una festividad organizada por la Fundación Bodas de Isabel de Segura, en la que la ciudad entera viaja en el tiempo para reencarnarse en el Teruel del siglo XIII. Todo se camufla para que verdaderamente nos traslademos a aquella época medieval.

Aunque la historia tenga más de 800 años, lo cierto es que su representación se lleva a cabo desde 1997. Un centenar de actores se ponen en la piel de sus antepasados, imitando costumbres y vistiendo sus ropas, mientras pasean por las calles de la ciudad, tomándola como escenario para la representación de la historia de Los amantes de Teruel. Todos tienen su papel, ya sea esquilando ovejas, participando en una justa o siendo ordenados caballeros. Y todo esto lo hacen con la mayor rigurosidad de la que son capaces, puesto que intentan que todo esté cuidado al mínimo detalle y que la representación sea lo más fiel posible a la época en la que ocurrió.

El programa de Las bodas de Isabel de Segura consta de unos 90 actos. Y, para hacernos una idea de lo importante que es esta festividad, solo hay que ver la cantidad de puestos que se extienden por todo el mercado medieval (unos 200), además de las carpas dispuestas para los grupos que representan los diferentes gremios, órdenes y barrios que había entonces.

Teruel comienza a cambiar y engalanar sus calles el día de antes. El viernes por la mañana se recrea la boda de Isabel, siendo el acto principal de la jornada. El sábado es el día grande, donde se concentra el mayor número de actos y representaciones. Por la tarde, llega el momento más esperado, la muerte de Diego tras la negación de Isabel a darle un último beso, cuando ya está casada. El domingo por la mañana, acontece el acto en el que Isabel se presenta en el funeral de Diego y le besa, cayendo sobre él muerta.

Otros actos que se realizan en estos días son, por ejemplo, el desfile de los gremios. También está el llamado toro nupcial, en el que se suelta un toro por las calles que lleva en su cabeza una corona de flores y simboliza el rito medieval de la fecundidad.

Pero Las Bodas de Isabel de Segura, que como decimos se representan en febrero, no son el único reclamo de Teruel. La ciudad vive de la historia de Los amantes de Teruel y, todo aquel que lo desee puede visitar el Mausoleo de los Amantes, donde dicen que se encuentran las momias de Diego e Isabel. La escultura, que está situada en la iglesia de San Pedro, fue creada por el artista extremeño Juan de Ávalos y Toborda y en ella, los amantes yacen tranquilos, uno al lado del otro, queriéndose dar las manos, pero sin llegar a tocarse.

Las Bodas de Isabel de Segura fue declarada Fiesta de Interés turístico de Aragón de 2007 y Fiesta de Interés turístico nacional en 2016.

Si eres de los que adoran la historia o eres más de viajar en el tiempo, creo que no te puedes perder esta festividad. Eso sí, tienes que tener claro que todo allí ha retrocedido unos ocho siglos.