Es un espacio de gran valor natural con diferentes paisajes que son consecuencia de una lámina de agua en un paisaje boscoso. Debido a esto no es posible transitarlo o acceder por él con vehículos a motor dentro del terreno perteneciente a la mancomunidad del Añarbe, además, de no permitirse las acampadas, el baño o la pesca en el lugar.

Debido al aumento del consumo del agua, derivado del crecimiento de la población, hizo que fuese necesaria la unión de los municipios cercanos a Donostia-San Sebastián con objeto de enfrentarse únicamente con el problema. Esto fue solucionado con la construcción del embalse de Añarbe en 1975, tomando el nombre del afluente del río de Urumea en el que se encuentra asentada la presa.

Este embalse se encuentra en la reserva forestal del Añarbe. Es un hábitat de gran interés biológico y excepcional para la fauna silvestre del lugar (como el gato montés, la gineta, la comadreja, el tejón, la ardilla, el jabalí, el búho chico y el salmón común entre otros). 

Dado el alto nivel de precipitaciones y la poca presión humana sobre la zona se generan unos magníficos bosques de hayas y robles de tipo acidófilo. Además de los árboles que se extienden por una amplia zona, podemos encontrar plantaciones de especies exóticas como es el pino insigne, alerce, el falso ciprés, abeto rojo, entre otros. Dentro del bosque también encontramos especies de arbustos como son el acebo y el arándano.

La zona no ha aprovechado los mismos recursos naturales en exclusivo. Actualmente, se emplea para usos pastoriles y los dedicados a explotar las zonas de reforestación, pero antiguamente estos bosques eran usados, en gran parte, para la obtención de carbón vegetal. Aunque también se remarca la riqueza en las distintas especies de animales que aquí habitan. 

Sus aguas provienen del Río fluvial del Añarbe, que desde su nacimiento en el collado de Almendruz hasta su final como afluente del río Urumea, se recorren 25 kilómetros por zonas del bosque autóctono muy bien conservado. Además, el agua que desemboca en el embalse no pasa por ningún núcleo urbano por lo que se encuentra en un estado de excelente calidad. 

El agua almacenada en este embalse se funde con el bosque de Añarbe, formado principalmente por el robledal de Guipúzcoa y Vizcaya y por un extenso hayedo. Este bosque además ejerce la función de filtración y depuración natural de las aguas y protege de la erosión.

Podemos ver que tanto el caudal de abastecimiento, como el obligado caudal ecológico (con un mínimo de 325 litros por segundo) se turbina en la central hidroeléctrica existente a los pies de esta presa.