Conocida por este nombre, encontramos la antigua Puerta de Sevilla, una de las puertas del siglo XII que rodeaban Marchena, en su etapa musulmana.

Marchena es una localidad sevillana que alberga una gran concentración de patrimonio arquitectónico histórico, de hecho es considerada una de las mayores localidades de la provincia de Sevilla en este sentido.

Encontramos a lo largo de todo el pueblo huellas de todas las culturas y etapas que este ha vivido, tanto cultura romana como islámica o cristiana, etapas del renacimiento, barroco, y muchas más presentes en sus calles y templos.

El Arco de la Rosa es una puerta flanqueada por dos torres. Aunque fue tomada como emblema del islam en la localidad, según los últimos estudios realizados se encuadra en momentos posteriores.

Sobre el arco de entrada se sitúa un triple escudo, en la parte superior aparece el escudo papal y en la parte interior el de Ponce de León. En él hay una columna que representa la familia italiana de los Colonna (por el Papa Martín V).

La localidad de Marchena soportó diversas guerras fronterizas a lo largo de los siglos. Fue debido a la gran devastación sufrida en 1368.

Su reparación se llevó a cabo por mano de don Pedro de León, quinto señor de Marchena. La reforma consistió en un programa constructivo que iba desde el entorno de la Puerta de Sevilla (el Arco de la Rosa), las torres cuadrangulares, lienzo, las torres semicirculares repartidas por la zona amurallada. Dado esto la datación de esta puerta es del siglo XV, aunque cabe la posibilidad de que sea de época tardo almohade, unos muros y arquillo que desaparecieron en el siglo XIX.

Gracias a esta reparación la localidad volvió a su estado de fortificación anterior. Debido a que recibieron una bula para que se permitiese la reparación, Marchena pasó a ser la villa marchenera.

El arco también atesora una hermosa leyenda, que, al encontrarse entroncada con la tradición narrativa popular de Andalucía, emplea estos sucesos trágicos, llamativos y/o devocionales como motivo para nombrar aquellos lugares destacados en la memoria de la gente.

La leyenda en particular narra la historia de una princesa mora que se enamoró de un capitán cristiano, siendo este un amor imposible en los tiempos de la Reconquista. Se dice que la princesa arrojaba una rosa diariamente el capitán. Desgraciadamente el capitán murió y la princesa pidió permiso para poder visitar la casa del cristiano del cual estaba enamorada. Una vez allí, tras serle concedido el permiso, encontró la casa llena de las flores secas que ella le había ido lanzado.

Es una hermosa historia que pervive, aunque el rigor histórico apunta a un origen más simple y lógico acerca del origen del nombre. Es posible que el nombre se deba a la mera colocación de un cuadro de la Virgen de la Rosa en este lugar, tras la conquista cristiana de la ciudad, como era costumbre para cristianizar los lugares paganos; por tanto tendría sentido que esta imagen de la Virgen colocada fuese lo que probablemente diese nombre a este arco almohade.