Fotografías de Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
Tipo de lugar de interés: Parque Nacional - Rutas en la naturaleza
Descripción
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel es un humedal prácticamente único en el continente Europeo, el último representante del ecosistema conocido como “tablas fluviales”, que en su día fue característico de la llanura central de nuestra península.Es un ecosistema complejo que mezcla las propiedades de una llanura anegada, creada por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela, en su confluencia con un área de descarga de aguas subterráneas originarias de un gran acuífero.
Es recomendable visitar Las Tablas de Daimiel en grupos reducidos o incluso solos, para ir sin prisas. Las Tablas necesitan tiempo para observar y para disfrutar del entorno, más aún si queremos descubrir todo su encanto. También es recomendable visitarla en diferentes épocas del año, ya que Las Tablas varían de una temporada a otra y, en cada temporada , encontraremos grandes diferencias, tanto respecto a la flora del paisaje, cuyas formaciones vegetales aunque son iguales se transforman, como por la fauna que allí habita, pues Las Tablas de Daimiel tienen una avifauna que viene y va, que cría o pasa el invierno, o que simplemente vive continuamente en Las Tablas. Hay que tener en cuenta que el contacto con la fauna siempre es aleatorio, pues son animales que viven en total libertad, no tendrás dos días iguales cuando visites el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, y eso es lo mejor de todo.
RUTAS DEL PARQUE NACIONAL DE LAS TABLAS DE DAIMIEL Las Tablas de Daimiel se visitan a través de tres senderos peatonales autoguiados, que parten del estacionamiento del centro de visitantes. Estos recorridos se encuentran dentro de la zona de uso público del parque nacional. La ruta de la Torre de Prado Ancho y la ruta de la Laguna Permanente son lineales, con una longitud de 1.500 m y 800 m respectivamente, mientras que la ruta Isla del Pan es circular y tiene una longitud total de unos 2.500 m.
RUTA AMARILLA: LA ISLA DEL PAN
Color: amarillo
Longitud: 2.500 m
Duración: de dos a tres horas
Carácter: circular.
El itinerario de la Isla del Pan es el más representativo de los tres recorridos, ya que es el único que nos permite adentrarnos en Las Tablas (los otros dos transcurren por la orilla).
A lo largo de sus dos kilómetros y medio de longitud, el itinerario de la Isla del Pan nos lleva de isla en isla, caminando sobre Las Tablas gracias a unos puentes o pasarelas de madera. De la Entradilla, El Descanso, Del Pan, De los Tarayes y Del Maturro, son las cinco islas que atravesaremos en nuestro recorrido, de las más de treinta existentes en el Parque, consecuencia de afloramientos calizos que rompen levemente la marcada horizontalidad del paisaje.
Rodeadas por el taray o taraye, las especies arbóreas más representativas, características de suelos subsalinos y humedales, que delimitan el nivel máximo de inundación, en el borde exterior de las islas. En la Isla de la Entradilla tendremos el primer contacto con Las Tablas; las primeras formaciones vegetales, los primeros sonidos, el agua.
A partir de este momento, el oasis manchego se abre ante nosotros.
Desde el balcón de la isla, en su orilla izquierda, podremos observar una pequeña formación vegetal de la masiega, una de las especies vegetales más representativas de Las Tablas, las primeras gallinetas, al escondidizo rascón, moviéndose entre el carrizo, a las cercetas comunes, la más pequeña de las anátidas, que pasa el invierno en Las Tablas, alimentándose en las aguas menos profundas.
El puente de madera que se inicia ante nosotros nos permitirá adentrarnos en el marjal, los tonos ocres y amarillentos del invierno darán paso al verde primaveral y al tórrido verano. En invierno es frecuente ver a los pequeños mosquiteros, moviéndose sigilosamente entre el carrizo, cerca del agua o entre los tarayes, algún bando de bigotudos, en vuelo sobre el carrizal, al aguilucho pálido, en sus vuelos al atardecer en busca de alguna presa. Aunque será el aguilucho lagunero occidental, el ave de presa que encontraremos más frecuentemente sobrevolando Las Tablas, acosando a los bandos de fochas y anátidas, a los que son difíciles de sorprender.
Si nos fijamos en el fondo del agua, podremos observar la vegetación sumergida, constituida por algas que tapizan el fondo de Las Tablas como si de una alfombra se tratase, contribuyendo a la oxigenación de las aguas y a la purificación de las mismas, siendo un elemento clave dentro de la cadena del ecosistema, y un indicador del estado de la calidad de las aguas en Las Tablas.
Después de recorrer este primer puente, llegaremos a la isla del Descanso, donde podremos ver en los huecos de la piedra caliza las balsas del agua subterránea. En La Tabla del Descanso, al norte de la isla, encontraremos distintas aves, dependiendo de la estación del año, y de los niveles hídricos de las Tablas, al igual que en el resto del Parque Nacional. Durante el invierno es fácil observar aquí a los bandos de cercetas comunes, cucharas y fochas.
Durante la primavera y el verano, veremos a las cigüeñas y a sus crías que quieren esconderse entre los juncos. El fumarel de cara blanca pescará sin siquiera darse cuenta de nuestra presencia y lo veremos volar en conocidas bandas hasta bien entrado el verano. Las pagazas piconegras y canasteras también captarán nuestra atención. Si continuamos nuestro recorrido por las pasarelas de madera, llegaremos a la Isla del Pan, pasando antes por la masiega, la cual podremos ver de cerca.
Durante toda la ruta amarilla disponemos de balcones donde podemos ver mejor el entorno. La isla del Pan es la más grande de todas las que visitaremos en nuestro recorrido por Las Tablas de Daimiel, llamada así porque es donde los pescadores de la zona, que se ganaban la vida pescando cangrejos y otros peces, tenían su "panadería".
Desde el observatorio panorámico en la cima de la isla podemos ver la mayor parte del parque nacional, los Tablazos Centrales al norte, junto a la isla de los Asnos, donde se pueden ver las ruinas de la antigua posada donde el Rey Alfonso XII y otros miembros de la burguesía de la época aguardaban al alba para salir de caza. La historia de Las Tablas, escrita en su mayoría por crónicas de cazadores, describen la biodiversidad que siempre ha existido en este humedal. Hoy estas ruinas son posaderos para garzas y nidos de cigüeña blanca. Desde el observatorio podemos ver también la entrada del río Guadiana al parque por el sureste y la del río Gigüela por el noreste, confluyendo ambos más hacia el oeste, y el curso del Guadiana por la zona de Cañas, cuando en 1980 pasó a formar parte del parque nacional, el nombre de “Las Cañas” procede de una pequeña isla cubierta mayoritariamente por caña común, donde se ubican los restos además de un asentamiento de la Edad del Bronce, 1.500 años A.C. y que revela los primeros asentamientos humanos en Las Tablas.En nuestro camino hacia el observatorio, podemos ver a la curruca rabilarga, entre otras aves, gran cantidad de madrigueras de conejos, y con bastante suerte, algún zorro merodeando en busca de la cena. En la isla de Pan podemos acceder a un antiguo bosquecillo de tarayes, donde anidan variadas aves, tales como las palomas torcaces, abubillas, búhos, mirlos, jilgueros, entre otras epecies.
Desde la Isla del Pan regresaremos a los puentes de madera, y continuaremos hasta llegar a las islas de Los Tarayes y del Maturro, donde varias familias de ruiseñores nos acompañarán con sus alegres cantos si vamos en los meses de primavera y verano. Aquí también podremos ver cangrejos (americano y autóctono) y a las tranquilas tortugas y galápagos tomando su ración diaria de sol.
Entre la isla de Los Tarayes y la del Maturro nos encontramos con el observatorio de fauna, donde podemos observar, entre otras aves, las diferentes garzas que viven en Las Tablas. Desde la Isla del Maturro, a orillas del Guadiana, comenzamos ya el último y más largo tramo de la pasarela, poniendo fin al recorrido, desde el cual veremos varios tipode de anátidas como la cuchara y la cerceta común, así como fochas y garzas imperiales y reales (en invierno) y de otros tipos durante la época de cría.
RUTA ROJA: LA LAGUNA PERMANENTE
Color: rojo
Longitud: 800m desde el Centro de Visitantes / 500m desde la salida del Itinerario de la Isla del Pan.
Duración: de dos a tres horas.
Carácter: lineal.
La ruta de la laguna permanente nos lleva a dos observatorios de vida silvestre ubicados en una laguna artificial en la margen derecha del río Guadiana. En el camino flanqueado por tarayes podemos observar algunas aves paseriformes, como el triguero.
En la orilla de la laguna, entre los dos observatorios, hay un bosque de ribera, vestigio de otros tiempos, formado por álamos blancos y chopos, donde habitan el ruiseñor y el carbonero común, entre otros. De los dos observatorios existentes, el segundo ofrece una vista más panorámica de la laguna y la entrada del río Guadiana al Parque Nacional.
En invierno podremos ver con facilidad al cormorán grande. En primavera, veremos avetorillos se reproduce en el carrizal. Podemos ver el pequeño gran somormujo
En esta laguna abundan las cucharas y el ánade real, las garcetas, el Martín pescador que se abalanza desde las ramas de los tarayes, y otras muchas aves que sobrevuelan la laguna, variando según las estaciones. Con suerte se podrá ver en esta zona a la emblemática nutria, pescando y descansando en las aguas del Guadiana.
RUTA AZUL: TORRE DE PRADO ANCHO
Color: azul
Distancia: 1.500m.
Duración: de tres a cinco horas.
Carácter: Lineal.
Es la más larga de las tres rutas del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, este recorrido culmina en una torre de observación de tres alturas, desde la cual tendremos una vista panorámica ideal de la mitad norte de Las Tablas, donde podremos ver multitud de patos, fochas y demás anátidas entre las extensas formaciones vegetales, así como en los grandes tablazos centrales. Es recomendable llevar prismáticos o telescopios terrestres, para poder verlos mejor por la zona de la entrada del río Gigüela.
Durante el invierno, es espectacular las bandadas de grullas de camino a los dormideros al atardecer, año tras año. Durante la época de cría, podemos observar a la elegante garza imperial, así como a la garza común en busca de alimento, y las colonias de abejarucos en su incansable labor de cría.
En este recorrido veremos también la migración del ánsar común, en su paso hacia el sur para pasar el invierno, aunque algunos se quedarán aquí. En los prados de Prado Ancho podremos ver al sisón y al alcaraván en su hábitat natural.
Durante el recorrido a la Torre de Prado Ancho, al final de la ruta, pasaremos por cuatro observatorios de vida silvestre que nos permitirán adentrarnos desde la orilla al interior de las tablas. En ellos, dependiendo de la temporada y del nivel de agua, encontramos diferentes y variadas especies de aves, y con bastante suerte algún que otro zorro o comadreja despistada.
Y con este terminaría el tercer y último recorrido del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. No obstante el Parque aún nos guarda una sorpresa adicional, la Laguna de aclimatación.
LAGUNA DE ACLIMATACIÓN
La Laguna de Aclimatación, ubicada a tan sólo 300 metros del centro de visitantes (pasando por la isla de Murciano) es el complemento perfecto que recomendamos visitar para poder interpretar y ampliar información sobre las diferentes rutas, hábitats, aves, mamíferos, peces y, en general, la fauna y flora que conforman el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, visitarla antes de comenzar el recorrido o después ya es cuestión de gustos y planificación.
Se trata de una pequeña laguna artificial en la que se muestra una cuidada selección de aves, muchos de ellos anátidas, los cuales podremos ver a través de dos observatorios.
LOS SERVICIOS DEL PARQUE NACIONAL DE LAS TABLAS DE DAIMIEL
La entrada al Parque Natural es gratuita y se puede visitar cualquier día del año, sin necesidad de solicitar ni obtener permiso previo, excepto para aquellos casos en los que se vayan a realizar algún tipo de actividad profesional o científica, en cuyo caso deberán contactar previamente con el teléfono administrativo 926 85 10 97.
El parque nacional ofrece visitas guiadas, específicamente dirigidas a grupos educativos sin importar su nivel. Esta visita guiada consiste en una visita interpretativa del Itinerario la Isla del Pan, visita a la exposición en el centro de visitantes y la proyección de contenido audiovisual. Los grupos que deseen hacer uso de este servicio deben concertar una cita con al menos quince días de antelación en el Centro de Visitantes o directamente llamando al teléfono 926 69 31 18.
En cualquier caso, es conveniente que todos los grupos organizados que deseen visitar Las Tablas se pongan en contacto con el centro de visitantes en el número de teléfono indicado anteriormente para tomar nota de su visita y asesorarle sobre la misma.
Cerca del centro de visitantes, en lo alto de un pequeño cerro, el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel cuenta con un área recreativa donde puedes descansar, comer un sándwich y disfrutar de sus hermosas vistas panorámicas de Las Tablas Centrales.La mejor época para visitar el Parque Nacional transcurre desde finales de Septiembre hasta principios de Junio. Siempre visitando el Parque Nacional con el máximo respeto por el entorno, recorriendo los itinerarios sin armar alboroto para no espantar a los animales (ni a otros visitantes) y disfrutando de la naturaleza a tope.
También es aconsejable informarse sobre las condiciones del agua en las que se encuentra el parque nacional, que, lamentablemente, depende del clima imperante en la zona durante las últimas tres décadas.Para tener una visita redonda, además del tiempo mencionado anteriormente, es útil brindarnos ropa cómoda, prismáticos o telescopios terrestres y algunas guías de campo para identificar la fauna y flora que encontraremos en el camino. También hay que tener en cuenta los horarios de mayor actividad faunística, que suele ser a primera y última hora del día, sobre todo en verano. Y más aún para evitar las épocas de máxima afluencia de visitantes; Semana Santa, puentes largos en particular, y festivos y fines de semana en general, puesto que el Parque Nacional no interfiere ni tiene restricciones sobre el número de visitantes.
Conocer el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es sin duda una opción perfecta para respirar aire puro, pasar un gran día en familia, en un entorno natural único en Europa, y conocer un buen número de animales, un planazo tanto para pequeños como para mayores.
Características
Acceso a discapacitados
Actividad al aire libre
Experiencia gratis
Fechas específicas
Ocio para niños
Planes originales y únicos
Categorías
Cultura y tradiciones
Curiosidades
Entorno natural
Fauna
Historia
Ocio en pareja
Ocio familiar
Ríos y pantanos