La aldea de Raspilla de Arriba se encuentra abrazada entre los cauces del Arroyo Bravo y del Arroyo Frío, asentada sobre grandes rocas y rodeada de viejas encinas, choperas, nogales y una extensa floresta de pino laricio, negral y carrasco.Nos encontramos a 1.000 metros de altitud, al pie de la cara sur del calar del río Mundo, a 600 metros de la Parrilla, a 20 km. de Yeste.Junto a la casa discurre el cauce del Arroyo Bravo, que despliega toda su potencia a partir de octubre.El agua de Arroyo Frío riega una antigua vega de huertas, donde todavía puede verse a los lugareños trabajar el campo con sus animales como hace doscientos años.La zona se encuentra muy poco habitada, es un acontecimiento que pase un coche. Tienes la sensación de encontrarte solo, en contacto con una naturaleza apenas moldeada por el hombre. El olor de las labiadas lo impregna todo. De noche no se vé ninguna luz, millones de estrellas tachonan el cielo, no se escucha mas ruido que el canto del cárabo o el ruiseñor, el siseo característico del viento al agitar las ramas de los árboles o el constante rumor del agua junto a la aldea.ALGO DE HISTORIARaspilla de Arriba es una muy vieja aldea donde se edificó entre grandes piedras y mucha pendiente para no desperdiciar ni un palmo de suelo fértil y relativamente llano. Allí vivieron en penosas condiciones durante milenios recios y chaparros serranos de la Sierra del Segura. En tiempos recientes vivían tres familias, la de Cecilio y Pascuala, María Galera y la Avelina.La aldea, de forma casi redonda, es un conjunto de estancias, cuadras, pajares y almacenes a diferentes niveles y formas, que se adaptaban a las limitaciones que imponía el terreno y las piedras imposibles de mover. A medias excavada y sobre el terreno y en la que durante la remodelación podían apreciarse los sucesivos añadidos y ampliaciones. La obra original es de muro de piedra agregado con tierra, enriquecida con cal en las zonas habitables (Hasta la cal costaba mucho de obtener). Los tejados eran de rollizo de pino blanco o resinero, con tablazón de pino y tejas árabes sujetas con barro moldeado y paja. Las ventanas pequeñas para conservar el calor en invierno y el fresco en verano, y las puertas y pasos muy bajos, ya que la altura media de los serranos escasamente superaba el metro sesenta, aunque de una fortaleza extraordinaria.El medio es difícil y áspero, y de una gran belleza, que a veces les pasó desapercibida en la dura lucha por la subsistencia. Hasta el incendio de hace mas de una década siempre hubo una gran riqueza forestal en los montes de Yeste, que afortunadamente no afectó a nuestra zona. Principalmente pino carrasco en las tierras bajas, negral en las medias y laricio en las altas. Quejigos en la umbrias, encinas muchas veces centenarias, poderosos nogales y esbeltas choperas. En los altos de Calar aún se pueden encontrar tejos y acebos. Multitud de labiadas impregnan el ambiente de un fresco aroma. Tradicionalmente fueron siempre ganaderos y leñadores, con una pequeña cuota de agricultura de subsistencia para ellos y sus animales.El Calar nutre los numerosos veneros, manantiales, fuentes y arroyos de la zona; La fuente del Arroyo Ayao, el Arroyo del Puerto, el Arroyo Bravo, el Arroyo Frio, con los que se riegan las vegas de la Hoya de la Parrilla y de Raspilla, muy fértiles, pero de corta estación productiva por los frios.De Raspilla de Abajo, doscientos metros pendiente abajo, solo quedan ruinas; sus moradores se trasladaron a La Parrilla o emigraron a otras provincias en busca de trabajo. En La Parrilla quedan escasamente veinte personas, ancianos en su mayoría, que aún se aferran a sus tierras, cultivos, animales y costumbres, mientras sus hijos se establecen donde encuentran labor y condiciones dignas de vida.El incendio de Yeste empujó de la sierra a mucha gente que hasta entonces vivía de la madera, los que aserraban, pelaban, ajorraban, transportaban o manufacturaban. Hoy muchos se orientan al sector turístico.EXTERIORESLa Aldea de Raspilla de Arriba se sitúa en una ladera que domina un conjunto de huertas entre el Arroyo Bravo, junto a las casas, y el Arroyo Frío, a unos doscientos metros; en una exposición abrigada de los vientos dominantes que la hacen más cálida en invierno. El monte está densamente poblado de pinos negrales y carrascos, mientras el laricio se hace mas frecuente conforme ascendemos. Las encinas y quejigos son abundantes.LAS CASASSe ha rehabilitado una antigua aldea, respetando sus gruesas paredes de piedra y la estructura de vigas y tablazón de madera local.Disponen de todas las comodidades, televisión, DVD, microondas, calefacción, estufa de fundición, colección de juegos de mesa y leña.En el exterior dispone de barbacoa, horno de leña, huerta ecológica de verano, jardín, muebles de jardín, terraza y una piscina compartida para refrescarse en verano.Admitimos animales si están educados, alimentos ecológicos, documentación sobre la zona, venta de productos locales.Acceso asfaltado hasta la aldea, señalización del acceso, entorno de montaña.* EL ALMENDROEl Almendro tiene dos habitaciones grandes, una con cama de 150 y otra con dos de 90, sofa cama doble en el salón, un gran salón y cocina abiertos, y un cuarto de baño estupendo con una gran bañera. Tiene grandes ventanales que proporcionan una magnífica vista del valle. Cuenta con calefacción central, estufa de fundición, leña, TV, DVD, Microondas, juegos, etc. Está completamente equipada (sábanas, mantas, toallas, mantel, menaje de cocina, microondas, etc.). Dispone de horno de leña y barbacoa en el exterior. Piscina compartida.Capacidad para cuatro a seis personas.* EL APARTAMENTOEstá diseñado como un estudio, con una habitación abierta en un altillo en madera, con cama de matrimonio y un sofá cama doble en el salón. Tiene cocina y cuarto de baño completo, menaje, sabanas, toallas, mantas, estufa de fundición, leña, calefacción en cuarto de baño, TV, DVD, microondas, barbacoa, horno de leña y piscina compartida.Capacidad de dos a cuatro personas.CARACTERISTICAS Y ACTIVIDADESRaspilla está en la cabecera de un pequeño valle de montaña donde termina una carretera tortuosa que sube desde el río Tus. Se encuentra fuera de circuitos convencionales de turismo, no está de paso para ningún otro lugar, hay que ir deliberadamente.No hay restaurantes, bares de copas, supermercados, tiendas, panaderías, kioskos de prensa o vecinos. Es aconsejable traer todo lo que vayas a necesitar. En la Parrilla, a seiscientos metros, donde viven una veintena de personas mayores, puedes comprar algunos productos frescos y naturales, huevos, conejos caseros, miel, y en temporada de huerta buenas patatas, cebollas, coles, acelgas, judías verdes, lechugas y los mejores tomates que puedas probar. Mi padre, que tiene 78 años, no recordaba nada parecido desde niño. En este aislado valle de montaña las cosas saben y huelen como antes, el tiempo se detiene...Las noches son frescas en verano, aunque, como dicen aquí, durante la fuerza del día hace calor. Una chaqueta será apreciada...En invierno, la exposición al sureste de la aldea, en un entorno protegido del norte, le facilita una temperatura agradable. En primavera y otoño el paraje es una delicia. En otoños de lluvia hay setas hasta debajo de las piedras, nizcalos, setas de cardo, de chopo, de caña, azules, lepiotas, champiñones de campo, negrillas, senderuelas, etc... También podrás encontrar muchos frutos silvestres y especies aromáticas.Podrás visitar unos manantiales estupendos, la cascada del charco de la sierra, y hacer rutas para disfrutar un entorno que merece la pena, el Cerro del Lobo, el Puerto, el Calar, la Hoya de Tus, la Casa de la Torre, el Balcon de Pilatos y, a dos horas de ascensión, la Cima del Calar del Mundo.En las cercanías hay pueblos serranos que despertarán tu interés: a 600 mts La Hoya de la Parrilla, a 10 Km. Cañada morote, El Pardal y las Quebradas, a 20 km. Yeste, a 30 km. Molinicos y Riopar.Pueden realizarse visitas interesantes al Balneario de Tus, Boche, Peñarrubia y Riópar, donde podrás degustar la cocina serrana tradicional.* También ponemos a su disposición CAMPAMENTOS.