Lugares misteriosos para visitar en España (Parte II)
¡Muy buenas, zoomviajeros! Parece que, aunque ha hecho calorcito, este verano el tiempo aún ha estado respetando un poco las noches y hemos podido dormir bien. ¿Vamos a seguir teniendo esa suerte? Espero que sí, pero creo que agosto va a tener días de muchísimo calor, así que para refrescarnos un poco os traigo hoy un nuevo post ¡que os helará la sangre!.
Y, vamos a lo que nos ocupa hoy. Como lo prometido es deuda, os traigo una segunda parte de los lugares más misteriosos y terroríficos de la geografía española. En la primera parte de Lugares terroríficos y misteriosos en España os hablé de Belchite en Zaragoza, de Ochate en Ávila, del Parador de Cardona en Barcelona, el Hospital de Tórax en Tarrasa y el Preventorio de Aguas de Busot en Alicante. Hoy pretendo mostraros otros cinco lugares que te pondrán el vello de punta. Espero que me acompañéis y no echéis a correr.
Las caras de Bélmez (Jaén)
Este lugar, seguramente, no te resulte desconocido. Al menos te sonará un poco. Si no es así, presta atención porque Bélmez se hizo famosa por un fenómeno paranormal de lo más curioso y, a la vez, aterrador. Todo ocurre en la calle Real, número 5 de Bélmez de la Moraleda, en Jaén. En esta casa, desde 1971, comenzaron a aparecer una serie de pigmentaciones en el suelo y las paredes que parecían caras de hombres y mujeres. La dueña de la casa, María Gómez Cámara, siempre ha afirmado que, por mucho que estas fueran tapadas, volvían a aparecer o se movían de sitio. No obstante, siempre ha habido opiniones de todo tipo sobre la autenticidad del fenómeno. Algunos investigadores creen que el origen de las caras se debe a un antiguo cementerio del siglo XIII bajo el suelo de la cocina de la casa. Otros, los más escépticos, que las caras las forman la humedad de una corriente de agua que pasa bajo la casa. Se supone que la casa lleva cerrada desde el fallecimiento de la dueña en 2004. Aunque aseguran que en la puerta hay un cartel que anuncia horario de apertura los fines de semana y los teléfonos del hijo y la nuera de María. Debido al estado en el que se encuentra la casa, el Ayuntamiento de Bélmez inauguró un Centro de Interpretación de las Caras.
La Mussara (Tarragona)
La Mussara es un pueblo abandonado desde 1956 situado en el término municipal de Vilaplana, en la provincia de Tarragona. Se dice que una plaga de insectos atacó los viñedos. Además, una importante sequía azotaba los campos, por lo que fueron motivos más que suficientes para que los habitantes de este pequeño pueblo lo desalojaran con más pena que gloria. Actualmente, solo queda en pie la iglesia y algunos restos de las casas. Fue a partir de entonces cuando comenzaron los sucesos paranormales. Una leyenda cuenta que, si atraviesas una piedra que hay junto al Risco de Les Airasses, una espesa niebla te cubre y pasas a otra dimensión, donde se encuentra La Villa del Seis y de donde nunca vuelves. Esto es lo que algunos creen que le pasó a Enrique Martínez, un vecino que salió a coger setas con sus amigos y desapareció sin que nadie volviera a verle nunca. Tiempo después, sus amigos seguían sin darse por vencidos y salieron a buscarle nuevamente. Se hizo de noche y, siguiendo el sonido de unos cascos de caballos, llegaron a la iglesia donde vieron unas figuras que parecían monjes. Un momento después desaparecieron como por arte de magia, dejando a los jóvenes asustados y pasmados. También se escuchan leyendas sobre apariciones y psicofonías.
Monte de las Ánimas (Soria)
La siguiente historia tiene como protagonista un lugar real, porque el Monte de las Ánimas existe y se encuentra a las afueras de Soria. La historia es una de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer que nos habla de templarios. Todo comienza cuando Alonso y su prima, Beatriz, vuelven a casa tras un día de cacería acompañados de sus familias. Montados en sus caballos, Alonso empieza a contarle a la chica por qué se le llama a este lugar el Monte de las Ánimas. Le explicó que el monte pertenecía a la orden del Temple tras ser expulsados los árabes de la ciudad, pero que a la nobleza de Castilla no le había sentado nada bien, por lo que se produjo una sangrienta batalla que dejó el monte lleno de cadáveres. Los cuerpos de unos y otros fueron enterrados en la capilla del monte y se dice que, al llegar la noche de difuntos, las almas de los que allí fueron enterrados salen de sus tumbas para recorrer en susurros la zona.
Al llegar a casa, Beatriz se da cuenta de que ha perdido su lazo azul en el monte y pide a su primo que vuelva a buscarlo para dárselo a cambio de la joya que este le había regalado. Alonso no se lo piensa y sale a buscar la cinta. A medianoche empiezan a tañer las campanas y Beatriz reza por su primo. No duerme en toda la noche y escucha pasos en su dormitorio. Se esconde bajo las sábanas hasta que se hace de día, y descubre al lado de su cama la cinta azul ensangrentada. Cuando los sirvientes van a su habitación para contarle que Alonso había sido devorado por los lobos, Beatriz estaba pálida y con la boca abierta. Había muerto de horror.
Isla de Pedrosa (Cantabria)
En la época de la peste empezaron a buscar soluciones para evitar contagios de enfermedades raras que venían de otros países. Una de estas soluciones fue el aislamiento de las personas infectadas en islas cercanas a las que llamaron lazaretos. La Isla de Pedrosa fue una de ellas desde 1834. Viruela, tuberculosis, cólera, lepra… fueron algunas de las enfermedades que obligaban a hacer cuarentena al que las padeciera. Más tarde, a comienzos del siglo XX, el hospital albergaba a enfermos de tuberculosis y anomalías óseas. Llegó a tener 600 camas. Entre los enfermos había muchos niños. Las más famosas fueron las llamadas “niñas pájaro”, que padecían una enfermedad ósea y provocaba que el aspecto de su cabeza recordara a la de un pájaro. Aunque se han rehabilitado algunos de los edificios de la isla, el pabellón conocido como “la picota” es famoso por las apariciones de niños y ruidos extraños. Los más escépticos suelen tener sensación de malestar.
Los fantasmas del Reina Sofía (Madrid)
Terminamos con el Museo Reina Sofía, un lugar que comenzó siendo un albergue (segunda mitad del siglo XVI) donde los más desfavorecidos acudían a comer y, en ocasiones, a morir. Dicen que muchos fueron enterrados en el subsuelo del edificio. En 1787, Carlos III inauguró el Hospital General, pero coincidió con la llegada de varias epidemias que acabaron con la vida de miles de personas. Algunas de ellas también fueron enterradas bajo el subsuelo. Se dice que duendes y fantasmas acudían a las habitaciones para indicarles que su momento había llegado. En 1965 dejó de funcionar como hospital y, tras unas obras de remodelación acabó por convertirse en el Museo que es hoy. Durante estas obras se desenterraron cadáveres de personas, incluidos niños. En 1990, durante una segunda remodelación, salieron a la luz los cadáveres momificados de tres religiosas enterradas en la antigua capilla del hospital. Desde entonces, se producen apariciones de todo tipo. Pero no solo eso, también se escuchan ruidos por las noches, los ascensores funcionan solos, se encienden y apagan luces donde no hay nadie… Muchos trabajadores pidieron el traslado tras presenciar alguno de estos fenómenos.
Y tú, ¿te atreverías a entrar en alguno de estos lugares? ¿Has visitado alguno de estos sitios y has sentido la presencia de algo que no debiera estar ahí?
Déjanos tus comentarios y cuéntanos qué sitios te gustaría visitar de España, o cuáles has visitado ya y te han dejado huella. Porque viajar es crear recuerdos inolvidables, disfrutar de momentos únicos y vivir experiencias nuevas.
¡Feliz semana!