Arenas de San Pedro es una localidad situada en la provincia de Ávila enclavada en el Parque Regional de la Sierra de Gredos. Cuenta con una gran riqueza de patrimonio histórico-artístico, destacando tanto edificios civiles como religiosos: el castillo del Condestable Dávalos, también llamado «de la Triste Condesa»; el palacio del infante Don Luis de Borbón; o el convento de San Pedro de Alcántara.

Pero este municipio alberga también tesoros naturales de gran belleza. Este es el caso de las piscinas naturales de Arenas de San Pedro, una zona de baños totalmente acondicionadas al público.

El río Arenal, desciende hasta la presa situada cerca de la localidad, donde se regula el caudal que finalmente llega a cada una de las dos piscinas. Ambas están separadas por un pequeño puente de piedra y tienen una profundidad diferente: la menos profunda, de unos 50 cm, está dirigida a los más pequeños, y la segunda, de unos 2 metros de profundidad, a los adultos. Esta última cuenta, además, con escaleras, duchas y un trampolín en su zona más profunda.

Las aguas de las piscinas naturales de Arenas de San Pedro son cristalinas, pero también muy frías aun en los meses de verano. Están rodeadas, por un lado, por un muro que las separa de la carretera y, por el otro, por una gran explanada con un cuidado césped en el que poder tumbarse para tomar el sol o leer bajo un árbol. Está prohibido llevar mascotas, tampoco se puede jugar, ni comer.

Hay habilitado un merendero en el que puedes disfrutar de un tentempié si lo llevas desde casa. Y, si lo que quieres es comer allí mismo, un chiringuito ofrece comida casera mediterránea y platos combinados. Por último, cuenta con un aparcamiento cuya capacidad es de 40 o 50 vehículos.

Las piscinas naturales de Arenas de San Pedro suelen estar masificadas en verano, sobre todo los fines de semana, por eso, algunos optan por alejarse un poco de la zona y siguiendo el río, buscan tranquilidad por ejemplo en Charco de la Chiva, Charco Verde o Charco de la Tinaja, que es de gran belleza cuando el caudal baja con fuerza y forma cascadas.

Es aconsejable seguir una serie de recomendaciones con el fin de disfrutar de un día estupendo en estas piscinas. Entre ellas está usar sandalias de plástico para bañarse, no perder de vista a los niños, evitar las corrientes de agua, prestar atención a los remolinos, hidratarse y aplicarse crema solar y mantener la zona de baño y alrededores limpios.

Las piscinas naturales de Arenas de San Pedro son, en definitiva, el mejor reclamo para los días más calurosos del año.

Imágenes de Fotonazos y Wikiloc